WD40 era lo único que necesitaba para volver a emprender
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Después de años en la sombra, esta cabeza humanoide representa más que un proyecto: es el despertar de una mente creadora que nunca se rindió. Polvo, silencio, abandono… y un servomotor atorado que parecía el fin.
Pensaba que me hacian falta impresoras nuevas, laboratorio, herramientas, servomotores de repuesto... pero no. Lo único que necesitaba para volver y emprender de nuevo era WD-40 y recodar quien soy... Un lubricante, y el corazon de un ingeniero que nunca dejó de luchar. Y el engranaje volvió a girar.
Este no es solo un robot. Es el primer paso de @robohack.ai y @robohack (instagram) el renacer de una leyenda en la robótica mexicana. Aquí no hay influencers, solo conocimiento real. Aquí no hay filtros, solo resultados. La identidad permanece en secreto… por ahora.
El cuerpo vendrá después. Las prótesis. La IA. Todo inicia aquí. Le instalaré una raspberry PI un micrófono, altavoz entre más cosas para comunicarme con el atraves de voz que la rapsberry transcriba mi voz a texto se lo envié a chatGPT en tiempo real y la respuesta de la IA la diga por voz en los altavoces dela cabeza humanoide como si hablaras con alguien.
La revolución comienza con una cabeza… olvidada, pero no muerta. Y un poco de WD-40.